Tus besos llenando mi cuerpo de un amor que nunca creí...
Quiero que nunca se enfríe este amor que me quema los dedos
que me hace ante ti invulnerable y todo deja de ser importante.
Sólo importa mi cama y nosotros queriéndonos dentro.
Me duermo mirando tu cara y tocando tu pelo,
pensando que a veces la vida supera los sueños y cierro los ojos, lo intento, pero no lo creo.
Me duermo mirando tu cara y tocando tu pelo,
pensando que a veces la vida supera los sueños y cierro los ojos, lo intento, pero no lo creo.
Que llegara como llegó, sin ningún tipo de invitación; entró, se quedo, y ya nunca más salió de mi cama.