Hoy he hablado con tu vida,
me ha dicho que en este momento se encuentra bien, que no me necesita.
Incluso ha destacado que no me acerque más a ti.
Yo, como obediente responsable asumiré su decisión y me retiraré.
Claro que estando feliz y posiblemente más borracha que otra cosa;
teniendo en cuenta que te quiero,
que soy cuerda pero estoy loca por tus huesos,
mi responsabilidad se va a la mierda y no respondo de mis actos:
o te beso o la mato.
Mientras tanto me miras. Me miras y sonríes…